Nadia Altamirano| Noticias| Jue, 01/07/2021 – 08:40. Con un preinfarto un hombre adulto alcanzó a llegar el martes a la delegación de la Cruz Roja en la ciudad de Oaxaca, donde el personal médico lo estabilizó, pero al ingresarlo a un nosocomio particular, una prueba rápida permitió detectar que era positivo a SARS-CoV-2.
De no haber llegado a tiempo, el coordinador de Socorros de la Delegación de la Cruz Roja en Oaxaca, Moisés Santiago Robles, tiene la seguridad que en la calle hubiera ocurrido otra muerte repentina, sin que se pudiera saber que el paciente tenía COVID-19.
“Va a ser un escenario bastante complejo para los servicios de salud y de emergencia”, advirtió, ya que la COVID-19 potencia otras enfermedades que previamente existen en las personas:
“El SARS-CoV-2 no sólo causa daños a nivel respiratorio, sino problemas cardíacos, renales y en el sistema digestivo. Nada nos puede hacer sospechar que ese infarto fuera por una enfermedad del corazón; por la misma COVID-19 van a empezar a surgir pacientes con ciertos padecimientos que no están relacionados, pero que la misma COVID las está activando”.
Apenas el domingo ese servicio de emergencia atendió el fallecimiento repentino de una mujer que acudió a un laboratorio de análisis clínicos a realizarse unos estudios por su diabetes y falleció en la calle sin una prueba confirmatoria de COVID-19.
El incremento de la movilidad de las personas incrementa los contagios de COVID-19 y éstos se están detectando hasta que por una emergencia médica ingresan a una clínica, sobre todo privada.
Ese es el caso de un hombre lesionado el fin de semana en la agencia de San Martín Mexicapam, en el municipio de Oaxaca de Juárez, a quien el personal de la clínica donde sería atendido le realizó una prueba rápida y detectó que era positivo a SARS-CoV-2.
“El índice de pacientes COVID está muy elevado”, sobre todo porque muchos no presentan síntomas y están en espacios públicos tranquilamente “que están contagiando a más gente y los que pagan los platos rotos son las personas mayores de 50 años, cuyos casos se están agravando”.
Si bien en julio Oaxaca experimentó la parte más crítica de la ocupación hospitalaria, en estos momentos las pruebas moleculares o rápidas están más disponibles en los laboratorios privados, “aunque no todas son referenciadas” ni implican que los casos ingresen a la estadística oficial.
Aunque parezca un servicio de rutina, todo paramédico de la Cruz Roja lleva consigo un traje tyvek por sí el o la paciente presenta sospechas de COVID-19.